martes, 30 de agosto de 2011

Vergüenza ajena

Es una de las sensaciones que se pueden experimentar viendo anuncios, y la verdad, con el spot de Balumba el "éxtasis vergonzoso" lo tienes asegurado. Te das cuenta enseguida de lo cutre del anuncio, esos dos bailarines con esas prendas tan conseguidas, que se quedan perplejos cuando desaparece ese decorado tan realista de fondo, mientras entra en escena otro personaje que les cuenta qué es Balumba y cuáles son sus bondades...pero ¡ojo!, lo mejor para el final, el clímax está apunto de llegar: Esos tres personajes dentro del coche, contoneándose al son de la música, te ponen los pelos de punta y te hacen alcanzar el placer extremo de la vergüenza ajena. Después, la calma y la reflexión: "Tengo claro que seguro no contrataré jamás".


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